Pregón de las Fiestas de La Guardia, 2.022
Por Ángel José Cordero Ramírez, pregonero de las Fiestas en Honor a la Divina Pastora 2022
Sr. Alcalde,
Concejal de Cultura y Fiestas.
Miembros de la Corporación Municipal,
Vecinas y vecinos de La Guardia, amigos todos.
Cantar con un pregón por parte del Alguacil un acontecimiento de alcance popular fue siempre en nuestros pueblos una manera de acercar a sus gentes a realidades que venían a romper de alguna manera la monotonía de la vida cotidiana.
Yo, particularmente, siendo niño en el pueblo de aquí al lado, Pegalajar, recuerdo el sonido de la corneta de la que se acompañaba aquél personaje que provocaba silencio y expectación a su alrededor ante la novedad de su noticia, que leía en la plaza.
Hoy, en esta tarde noche, yo también voy a tener el honor de desempeñar entre vosotros ese mismo papel de Alguacil con ocasión de contar y cantar la maravillosa noticia del inicio de las Fiestas de nuestro pueblo en honor a la Divina Pastora, en este año 2.022.
Ante todo, quiero que pongáis atención a esta expresión que acabo de pronunciar: “nuestro pueblo”.
Seguro que alguno os habréis preguntado: ¿Por qué ha dicho “nuestro pueblo”, si Ángel no es de aquí?.
Mi respuesta es inmediata: porque “me siento de aquí”, “un guardeño más”.
Y ¿por qué me siento de aquí?.
Porque aquí se han cuajado dieciséis años de mi vida personal y profesional, marcados por una sencilla plenitud y mucho sacrificio, el que nacía cada mañana que cruzaba estas puertas, y que me hacía disponible para trabajar con mucha ilusión, ante situaciones a veces complejas y muy creativas, poniéndome siempre al servicio de las sucesivas Corporaciones, de sus equipos de gobierno y de sus concejales y en definitiva de todos vosotros.
Este enamoramiento pausado y creciente de La Guardia en el desempeño de mis tareas como Secretario del Ayuntamiento, tengo que decir que se dejó alimentar por multitud de encuentros personales con muchos de vosotros, muchos de los que estáis aquí presentes, en un despacho, el mío, que siempre estuvo abierto, sin diferencias ni distinciones, con el reto de acompañaros personalmente en la gestión administrativa de vuestros problemas e inquietudes.
Con un profundo cariño y hermandad para todos los ausentes y para los que estáis aquí, quiero expresar mi sentimiento de admiración por La Guardia, por su historia, su cultura, sus señas de identidad, y lo hago desde el susurro de un diálogo multisecular de voces y gestos que se acumulan en nuestro imaginario colectivo.
Son susurros, voces y gestos que arrancan de los rastros neolíticos de Cueva Cabrera, del asentamiento ibérico de las Eras de San Sebastián, de las necrópolis romanas y visigóticas del Barranquillo y Cerro Salido, del Castillo árabe y luego cristiano del Cerro de San Marcos, del Convento de los Dominicos del que sigue rezumando la huella del maestro Vandelvira, del Pilar de Isabel II, monumento imperecedero al agua cuidada, querida y compartida de manera especial para el consumo de los vecinos y siempre para alimentar las huertas de nuestro pueblo.
También resuenan las pisadas de muchos hombres y mujeres que deambulan sobre el trazado de sus viejas calles, que en un abrazo secular, se proyectan como Conjunto Histórico Artístico y hacen de La Guardia una ciudad antigua, moderna y siempre abierta.
Sí amigos, no nos podemos quejar. La Guardia siempre ha sido enlace de civilizaciones y atalaya esplendorosa de convivencias, de amaneceres y de puestas de sol compartidas, en muchas ocasiones desde el remanso de su huerta privilegiada por la riqueza de sus frutos y la fatiga y la esperanza de sus labradores, en otras desde la contemplación y protección de su Castillo; y siempre, por el sentimiento de hermandad de sus vecinos
La Guardia, síntesis de trabajo, de fuerza y de pujanza, la demostrada a lo largo de su historia civil y religiosa.
La Guardia, lugar de frontera, defensora de las tierras de Castilla, sede episcopal.
La Guardia, respetuosa de sus señas de identidad, de sus tradiciones, de sus fiestas, de su gastronomía.
La Guardia, la que sabe vibrar con un sentimiento colectivo especial con las detonaciones al paso de San Sebastián, a quién yo siempre llevo en mi corazón.
La Guardia, que se deja acariciar en las madrugadas que marcan los cantos de la Aurora a la Virgen del Rosario.
La Guardia, exponente de una rica vida cultural y artística, que se disfruta a los pies de la torre del homenaje de su Castillo iluminado, en noches de amor, de contemplación, relajo y fiesta.
La Guardia, abrazo de tantas presencias milenarias que no podemos dejar de olvidar, voces pasadas y presentes que siempre nos convocan al mantenimiento de un patrimonio histórico artístico riquísimo, con diversos bienes declarados de interés cultural, a los que hay que seguir protegiendo, por formar parte de nuestras señas de identidad.
La Guardia, síntesis de historia, de costumbres, de tradiciones, de mitos, de creencias, de genealogías, de lenguajes, de los diferentes pueblos que, asentándose en su territorio, han consolidado una manera de ser colectiva singular, que tenemos la responsabilidad de cuidar y recrear todos los días con nuestro esfuerzo e imaginación, para ofrecerla, cada vez más enriquecida, a las generaciones futuras.
La Guardia, siempre La Guardia, un pueblo fiel a sus raíces y creativo al mismo tiempo.
Y tras esta última semblanza quiero cantar también en este pregón el rostro rejuvenecido de La Guardia.
La Guardia como pueblo abierto y dinámico, como puerta de la comarca de Mágina y lugar elegido por miles de nuevos vecinos que han hecho de sus zonas residenciales todo un referente entre los términos municipales de la provincia de Jaén.
El desarrollo poblacional de La Guardia ha sido espectacular en los últimos años, solo un detalle: desde el año 2.006, fecha de mi toma de posesión, hasta la actualidad, el municipio ha pasado de 2.811 a 5.082 habitantes oficiales, siendo permanente la llegada de nuevos residentes, que ante la acogida de vuestros brazos abiertos no han dudado de proyectar su vida entre vosotros.
Esta circunstancia, la de su crecimiento poblacional y su descentralización territorial, nos debe motivar siempre en favor de la necesaria integración entre las vecinas y vecinos del casco urbano y los de las zonas residenciales, alimentando vínculos de vecindad y cooperación.
Otro dato importante y también referencial es el que La Guardia se reconozca como el municipio de mayor dinamismo y riqueza económica por habitante de la provincia y uno de los primeros de Andalucía.
Ante esta realidad, la que hunde sus raíces en la historia y la que ahora vivimos de manera palpable, la pregunta es obvia: ¿cómo se ha conseguido esta trayectoria y cómo se postula el futuro de La Guardia?.
Sin duda que todo se debe al esfuerzo y constancia de todas las generaciones de guardeñas y guardeños que se han sucedido a lo largo de la historia y de los que arrimáis ahora el hombro desde el Ayuntamiento, las Asociaciones, las organizaciones sociales y culturales del pueblo, sin olvidarnos del trabajo de nuestros emprendedores y empresarios.
¿No os dais cuenta?. Esta partitura escrita y perfeccionada a diario en una tarea de responsabilidad colectiva, está haciendo que con la armonía de vuestro concierto elaboréis la melodía de uno de los municipios más dinámicos de la provincia de Jaén.
Como podéis ver, mi Pregón quiere servir de altavoz al reconocimiento de las señas de identidad de vuestro pueblo, que también es el mío. Y quiere hacerlo desde aquí, desde las puertas del Ayuntamiento, que hoy se abren a la experiencia de mayor unión y alegría compartida de todo el año: las Fiestas de Agosto en honor de la Santísima Virgen, bajo la advocación de Divina Pastora.
Dar este Pregón supone la apertura de una meta de salida muy importante, la de compartir una “experiencia extraordinaria”, impregnada de encuentros, abrazos, besos, alegría y convivencia con los amigos y familiares que nos acompañan estos días. Y todo ello en el marco de una etapa de mayor seguridad sanitaria.
Precisamente por esta última cuestión, la de la superación de la epidemia, que tanto aletargó nuestras relaciones sociales, ahora se abre el pórtico de las Fiestas 2.022 con un mayor entusiasmo, con muchas más ganas de pasarlo bien, disfrutando de unos días entrañables.
Antes de concluir este Pregón quiero deciros algo muy importante.
Pronunciar estas palabras emocionadas, hacerlo desde esta puerta que tantas veces he cruzado, y en este marco incomparable de la Plaza de San Pedro, supone para mí una gran responsabilidad, la de provocar en todos vosotros la apertura a un nuevo tiempo de renovación personal. Las Fiestas siempre llaman a la superación de nuestras limitaciones y nos abren la puerta de la sorpresa y del dejarnos hacer por la novedad.
Queridos paisanos, esta noche también quiero subir el telón del escenario de un recuerdo agradecido para los que ya no están entre nosotros, amigos y familiares, que desde su descanso nos piden unidad, para ser cada día más felices.
Estos propósitos y deseos, que salen de mi corazón al cruzar el umbral de las Fiestas, nos van a dar mucha fuerza.
Desde aquí, desde la casa de todos, os convoco a la convivencia y la armonía que tenemos que elaborar cada uno como artesanos de la caricia. Tenemos que acariciarnos unos a otros con nuestros sentimientos y actitudes, y hacerlo sin prejuicios ni distinciones, buscándonos y encontrándonos. La Guardia seguirá tejiéndose como un pueblo singular por el respeto y la convivencia de todos, sobre la base del cariño, la ilusión y la imaginación que cada uno de nosotros ponga en ello.
Nada más. ¡Que estalle la alegría y la diversión en el comienzo de las Fiestas!, ¡Que estalle al sonido del siguiente pregón!:
De orden del señor Alcalde
que es la autoridad primera,
se convoca al vecindario de La Guardia
a divertirse en estas fiestas.
Es obligatorio el baile y las copas.
Está permitida la jarana;
pero, ojo,
está castigada la ausencia de quien se acueste
antes de la mañana.
Guardeñas, guardeños, un fuerte abrazo a todos y a cada uno en particular. Que la Divina Pastora os bendiga.
¡A divertirse! ¡A disfrutar de las fiestas!
Muchas gracias